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29 de diciembre de 2013

El que quiera encontrar la voz que cante



Hasta que uno encuentra su propio estilo o gusto musical (como oyente claro está), escucha varias cosas antes. Pasan varios sonidos por nuestros oídos. En los primeros años de vida uno escucha lo que se “escucha en casa”. Lo que escuchan los padres de uno. Clara que también está la que pasan por los distintos medios de comunicación. Entonces (en este último caso), a veces, el oído está “inundado” por la música que éstos pasan repetidas veces.
Luego, quizás, en la adolescencia uno comienza a realizar otra búsqueda. Su propia búsqueda. Entonces puede volver a esa música que alguna vez escucho, o descubrir algo nuevo (o ambas). Nuevas Músicas. Nuevos sonidos. Ocultas quizás. O por lo menos no visibles para muchos. Y ahí, por lo menos personalmente, es cuando uno se siente mejor. Escuchando algo nuevo. Distinto. Hecho por gente que solamente busca mostrar su arte.
En Adrogue 3 pibes empezaron con un proyecto musical hace unos años y hoy ya tienen dos discos tremendos dando vueltas. Los hermanos Nicolás Corley (Voces y Guitarras) y Tomás Corley (Voces y Batería) junto a Juan Martín Cianfagna (Voces y Guitarras). Más conocidos como Nica Rex, Tifa Rex y Juanchy Munchy respectivamente. Los Reyes del Falsete. Un trio de rock, inicialmente sin bajista, cargo ocupado hoy por Francisco Viggiano.
Cuando uno se pone escuchar algunas de las canciones del trío, enseguida puede encontrar la referencia a su nombre. Y es que en su primer disco “La Fiesta de la Forma” (2009) se empieza a percibir un estilo muy particular. La distorsión de las guitarras, casi “desprolijas” generan un ambiente perfecto para que las voces (de los 3) puedan fluir a través de esas melodías.


En temas como “Las Cosas como son” o “Mi Chica” (tema de casi 7 minutos de duración con un cierre impecable con guitaras distorsionadas)  se pueden apreciar algunos efectos que hacen que las canciones sean únicas.
Ya en “Días Nuestros” (2012) uno puede ir buceando por las distintas canciones del disco y encontrarse por ejemplo con temas como “Los Niños” (con voces y teclados de nada más y nada menos que Lito Nebbia) en donde el piano toma un papel casi protagónico y paran la pelota un poco respecto a temas como “Contale al mundo”, que inevitablemente uno empieza acompañar el ritmo con el pie. O con “San Jorge” una cumbia que “…va para el lado del rock, pero es medio santafesina, peruana, villera y a la vez medio nosotros” según cuenta Tifa en una entrevista a Página12. Y también temas instrumentales como “Fantasma escritor” donde las guitarras hacen lo suyo sobre una base de batería galopante. Y el siempre característico arreglo de voces (algo beatle) en cada una de las canciones. Una característica particular de este disco son los  sintetizadores que van recorriendo todas las canciones.
Las letras también tienen los suyo “Derrochaste tus mejores años/y ahora espero tu consideración… Siento que te amo” en “Los Niños” o con la simple “Contale al mundo” donde la frase “Contale al mundo/Que tenés amigos/Contale que lo amas” se repite durante toda la canción deja un claro mensaje. 
Como dicen en otro de sus temas “El que quiera encontrar la voz que cante” y en este caso que escuche también. Algo nuevo. Distinto. Y que encima, está bueno.

 El telefonista loco - Los Reyes del Falsete

26 de diciembre de 2013

Movimiento y color profundo



Hay ciertas voces que a uno lo conmueven. Esas voces que llegan directo al corazón de uno, cuando escucha alguna canción. Voces que transmiten determinados mensajes, y que dan gusto escuchar. La de Marina Fages es una de esas. La sensibilidad con la que interpreta las canciones tiene algo a lo que no estamos acostumbrados a escuchar últimamente. Pero no todo queda ahí. Pintar. Dibujar. Componer. Hacer música. Cosas que un artista puede hacer. Unos se abocan más una que a otras. Algunos combinan todas. Marina Fages también es una de ellas.
Y es que Marina es una artista tan versátil, que es difícil de encasillar (aunque nunca es necesario encasillar). Ya sea ilustrando las tapas de su disco (todas distintas entre sí) o dando clases dibujo. Atendiendo su disquería en Bs As (Mercurio) de música independiente. O cantando y tocando sola, junto a coequiper Lucy Patané o con su banda El Tronador.




Acompañada por melodías muy simples y dueña de una voz preciosa Marina nos lleva por un viaje de 9 canciones en su primer disco solista “Madera Metal”. Disco casi totalmente acústico y que suma algunos efectos.
Las letras (o quizás mejor dicho poesía) que forman parte de algunas de las canciones de “Madera Metal” son impecables. “Puedo confundirme como serán todas las fragancias/Cantar: madera, metal” la oímos cantar en la canción que da título al disco. Disco que la llevo a girar por Europa y hasta editar una versión japonesa del mismo. Con un arte de tapa similar pero con un toque oriental.
A Lucy Patané la conoció en el secundario tocando en bandas de hardcore-punk, un poco más acá en el tiempo hicieron realidad un proyecto juntas. El Tronador. Donde pusieron a rodar sus canciones, pero esta vez de la mano del folk.
Y porque quizás buscaban otro camino (por esa inquietud artística de ambas) decidieron seguir explorando y así juntas editaron recientemente “El Poder Oculto”, en el cual se ve reflejada la afinidad que entre ellas. “Dúo creativo, esperanza intacta, el momento preciso” como lo explican ellas. Canciones de Lucy. Canciones de Marina. Canciones de las dos. Arreglado, producido y totalmente realizado por ambas. Allí se escuchan charangos, guitarras, percusiones varias, banjos, clarinete, bombos, calimbas y pinkullos más algunas pinceladas de voces en algunos temas. 
Pocos son los artistas capaces de tanta variedad en su obra, estilos y maneras de manifestar su arte.  Por lo menos los que no muestran los medios actualmente. Vale la pena adentrarse en toda su obra. Mirando sus dibujos. Escuchando sus canciones. Ahí en las canciones de Marina hay sentimiento, corazón, independencia, poesía. Como reza el pizarrón que hay en la entrada de la disquería Mercurio “La música es todo”. Sin dudas.


 Marina Fages - Canción del Mene

23 de diciembre de 2013

Volviendo a las cúpulas



Cuando me propuse la idea de hacer este blog, dije que iba a ser un lugar para comentar algunas opiniones sobre determinados músicos y que iba a ser un lugar de distención, tanto para mí como para aquellos que accedan a leerlo. Me gustaba la idea de ir actualizándolo periódicamente. En los primeros meses fueron surgiendo un montón de ideas que iban fluyendo a través de las palabras, que algunos de ustedes pudieron leer en su momento o que sino todavía pueden leer.
Pero pasó que uno tiene otras responsabilidades (académicas, laborales y demás). Obvio que uno siempre trata de hacerse un lugarcito para ponerse a escribir un rato, pero nunca podía terminar de darle a forma a esos posteos. Me parecía injusto para ustedes (y para mí también) que aparezca algo sin contenido y hecho “a las apuradas”. Así que siempre quedaba ahí. A medio empezar, medio terminar. Guardados en el escritorio (el de la PC).
 Así que con la idea de rescatar del olvido a este blog acá estamos otra vez. Con el verano recién empezado y a pocas semanas de terminar del año.
Una lectura de verano. Para la playa. Para la montaña. Un rato libre en el trabajo. En casa abajo del ventilador. Nuevos posteos, con nuevas recomendaciones (u opiniones). Hola a todos nuevamente. Seguimos estando “en las cúpulas de una canción” y siempre con algo que decir sobre música.

Fernando

27 de febrero de 2013

Especiales y específicos



Escribir una carta. Enviarla. Que llegue a destino o no. La escribimos a mano o con la PC, o quizás alguno todavía con máquina de escribir. Le escribe una abuela a su nieto, le escribe una joven a su amor. O la escribe simplemente porque tiene ganas de escribirle a alguien. Alguien que quizás nunca se entere. Porque no la recibirá. O porque nunca fue enviada. Hay quienes las esperan ansiosos, esperando que el cartero la tire por debajo de la puerta. Hay quienes se sorprenden cuando llega. Hay quienes nunca la reciben. Hay quienes la reciben y nunca las leen. Cartas perdidas. Cartas por mandar. El papel. Nada de @rrobas o .com. Direcciones reales con nombres reales. O de ficción. Cartas nuevas. Cartas viejas. Telegramas. Cartas largas. Cartas. ¿Rock?
Es posible que una banda tome algunas de estas ideas para titular a su opera prima. Es posible que le pida a sus seguidores y a su público que escriban cartas para luego distribuirlas junto con su disco. Es posible. Y pasó. En la ciudad de Santa Fe. Woareber. Una banda con mucha potencia que empieza a detonarse con su primer disco “Cartas abiertas para especiales y específicos”. El grupo está integrado por Mariano Filosi (batería y voces) y Mariano Donal (Guitarra y Voz). Ambos habían participado ya de Interno 22, además Donal formó parte de Farah.


Y si. Fue suficiente un solo disco para que  estos muchachos demuestren que no se necesita de una gran formación para hacer volar la cabeza (en el disco también participa Gervasio Arroyo en bajo, quien también había pasado por Farah y Dark Secret). Con letras bien directas como “Guerra” (y ella cree que va en serio/me tira al piso, me escupe y me da una flor) o “Brand New” (Cuesta tanto desarticular/el juicio sesgado de siempre) o simplemente con la instrumental “Esfera”.
La fuerza que de la batería marcando exacta cada canción es acompañada por los acordes desgarradores de una guitarra eléctrica que a la hora de hacer un riff puede hacer levantar del asiento a cualquiera.
Buscaron la manera de que todos sus fans participen del disco. Dejando claro que un disco no es solamente la música. Cada persona que quisiese tenía que escribir una carta o unos versos, o simplemente unas palabras para alguien en particular o no, y las que sean más votadas iban a acompañar cada una a una unidad del disco. De esta manera cada unidad es única. Esto sin mencionar el box donde viene el disco, el cual trae un diseño del propio Donal y viene con unas postales con los mimos dibujos que la tapa del disco. Uno adquiere el disco, y para abrirlo tienen que romper la caja, (sí escribí bien) tiene que romper el troquel que trae para así poder abrir la caja de cartón donde viene la acrílica tradicional
Influencias con base en el rock inglés, con mucha percusión, bien rítmico, bandas como Franz Ferdinand o Artic Monkeys. Y algún que otro roce con los estadounidenses The Black Keys.
O como ellos mismos se definen “rock cosmopolita”
Woareber es otra de las bandas santafesinas que están surgiendo. Rock bien potente o “rock cosmopolita” como ellos mismos se definen. Un rock que deja bien claro su mensaje cuando dice “Me viene a salvar del infierno, de ser uno más como el resto…” Sin más. Ponete a escuchar.

¿Cómo se ve tu alma? - Woareber