Muchas veces solemos escuchar
canciones de un artista interpretada por otro. Algunas buenas, otras malas,
algunas muy buenas, otras muy malas. Sería inútil ponerse a nombrar ejemplos.
Los hay miles (millones) de la más variada gama de estilos. A veces conservan
su ritmo original, otras veces cambia totalmente. A veces mantiene su letra
original y hay veces que no es tan así. También existen las versiones de versiones
de canciones. Y otras veces conocemos la otra versión antes de la original. A
dichas canciones se las llama covers…
Cubiertas. Así es como se llama
el nuevo disco de Bicicletas (el tercero sin contar los EP’s) editado el año
pasado. Un disco compuesto de 8 canciones de diferentes artistas
latinoamericanos. Todas interpretadas con su estilo personal.
El tracklist (o lista de temas)
es amplio. Arranca con “Dos Margaritas” (Os Paralamas, 1994), con un sonido
electrónico bien potente y la voz de Julio (Crivelli, guitarra y voz) gritando esa letra que habla de las cosas simples
que pueden hacernos felices. Seguida por “María” (de los mexicanos Café Tacuba,
1992), en una versión totalmente distinta a la acústica original, peo
manteniendo su esencia. Para luego saltar a “El Gran Señor” de los Auténticos Decadentes
(1997), que nada tiene que ver con la versión murguera tan popularmente
conocida. Si no más bien, es un tema “melancólico” y más lento, donde acá sí el
“gran señor” parece haber sentido esa perdida.
El siguiente es “La casa de sol
naciente” en versión en español de la banda colombiana Los Speakers, pero que
originalmente fue “The House of the Rising Sun" de la cual se
desconoce su autor pero conocemos versiones de The Animals (1964) o Joan Baez
(1960), ejecutada con sintetizadores (Ignacio Valdez) llevando la melodía, mientras guitarras
distorsionadas (Federico Wiske) acompañan el ritmo. Con una base de bajo
(Agustín Pardo),
batería (Mariano Repetto)
y un sutil loop que cualquiera pudiera pensar que es una tema nuevo de la
banda.
La canción “Pájaros de Fuego”
(1991) de la banda chilena “Los Tres”, es quizás, si se quiere, la más parecida
a la original de todas las canciones del disco (aunque el riff central está
mucho más marcado) pero con una zapadita al final. Y ahí pasamos a “Estadio
Azteca” de Calamaro (2004), donde las guitarras acústicas y cajones peruanos,
son reemplazadas por guitarras eléctricas rápidas y un galopante bombo
manteniéndose durante toda la canción, que le da una mayor potencia a éste
clásico de “El Salmón”
El candombe uruguayo de El Kinto
(banda que tuvo entre sus líneas a Rada y Miguel Mattos entre otros) se hace
presente con “Don Pascual” donde en vez de timbales se escuchan bases bien
marcadas que sostienen la melodía de un teclado furioso (en vez de la sutil guitarra
acústica de la original). Y para cerrar el disco “El Esqueleto” (1993) de Las
Víctimas del Doctor Cerebro (banda de rock, ska, punk de México) donde el ska
de saxos se transforma en un rock psicodélico de guitarras.
Es un disco que recorre toda
Latinoamérica, de la mejor manera, con música. Rescatando esas canciones tan
bellas de los últimos años. Un disco de covers diferente a los que venimos
acostumbrados.
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