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19 de diciembre de 2018

Sobre festivales, grillas y cupos


Hagamos un juego. Pensemos en una banda de rock. Una que nos haya cautivado. Una que hayamos visto en vivo. Una que cantemos sus canciones. Puede ser nueva o alguna que ya esté disuelta. Seguramente cada uno estará pensando en una diferente. ¿Listo? Arriesgaría a que seguramente, están pensando en alguna banda formada por hombres. Casi que lo podría firmar.
Hagamos otro juego. Con un poco más de memoria quizás. Los que alguna vez fueron a un festival de música, o siguen yendo, o lo vieron por televisión, Internet o en alguna película. Cuántas bandas de mujeres o solistas femeninas había en el line-up. ¿La mitad de la grilla?, ¿la cuarta parte?, ¿una sola?... ¿ninguna?
Y es que es así. La sociedad, el mundo del rock, el mercado. Todo nos llevó a conocer, ver, escuchar, y a veces idolatrar a bandas o solistas hombres.
Esto lleva a preguntarse. ¿No hubo nunca una banda con integrantes mujeres capaz de integrar esas grillas de festivales? ¿No existió una solista femenina en el rock, que fuera capaz de vender muchos discos, de ser referente para muchas personas que se querían dedicar a la música? ¿No las hay hoy en día?
Quizás son demasiadas preguntas. Pero hay una respuesta bien clara. Siempre existieron mujeres tocando rock. Formando bandas. Empuñando un micrófono, una guitarra, un bajo o golpeando una batería. Y quizás, antes no se las veía, porque el rock era “cosa de hombres”, entonces quedaban escondidas o puestas en un segundo plano. Relegándolas al puesto de corista (no por esto menos importante), pero claramente nunca formando parte decisiva del proyecto artístico. Con un panorama así, era difícil que alguna joven, ávida de tocar rock, encuentre alguna referente en el género.
Hoy la cosa cambió. ¿Cambió? ¿Cuántas bandas de mujeres escucharon en el último año? ¿Y en los últimos cinco años? (Siguen las preguntas). Sin embargo, están. Existen. Hoy en día, las redes sociales y las nuevas formas de comunicación, como ciertas plataformas de streaming, permiten hacer más visibles proyectos artísticos, que antes era más complicado que llegasen a mostrarse. A ser conocidos. Podemos encontrar todo tipo de proyectos con integrantes mujeres, en los más diversos géneros musicales. Igual es difícil. Falta mucho aún. Falta cambiar algunos chips.
Es muy triste y hasta cansador a veces, tener que argumentar contra el “si no son conocidas, por algo será” o “no las escucho porque no son tan buenas como las otras bandas” o “no tienen la misma fuerza o sonido que una banda de hombres”. ¿Estás seguro/a? ¿Todas las bandas formadas por hombres que escuchás o que suenan te parecen buenas? ¿Todas las bandas de hombres que están en la grilla de un festival son buenas?… (Más preguntas).
Dejando un poco de lado (aunque no sé si se puede), el por qué llegan algunas bandas, más que nada de hombres, a tocar en el escenario de un gran festival, es necesario que se hagan visibles estas bandas con integrantes mujeres. Que a veces suelen tener muchos años de trayectoria, pero son discriminadas por distintos sectores. La música no es una cuestión de género. Son melodías, armonías, ritmos, letras y también sentimientos, historias de vida, pero sobre todo mucha actitud, que es lo que les sobra a estas bandas.
Respecto a estos temas y para no ser tan extenso en este posteo un poco diferente a otros que hay en este Blog, me gustaría mencionar un par de puntos referidos a esto.

  • Hay un reciente proyecto de ley, presentado en el Congreso de la Nación, que propone un cupo femenino en festivales de música. Impulsando por un colectivo de artistas (“Más músicas en vivo”), y acompañado por artistas como Celsa Mel Gowland, Lucy Patané, Paula Maffía, Patricia Sosa, Hilda Lizarazu, Lula Bertoldi, entre muchas otras, trata un poco, de achicar esta desigualdad que se da actualmente en las diferentes grillas de los festivales del país.
En principio, plantea que: “Los eventos de música en vivo así como cualquier actividad organizada de forma pública o privada que implique lucro comercial o no y que para su desarrollo convoquen a un mínimo de tres (3) artistas y/o agrupaciones musicales en una o más jornadas y/o ciclos, y/o programaciones anuales, deben contar en su grilla con la presencia de artistas femeninas” El cálculo se realiza en base a una tabla, en donde dice, por ejemplo, que en el caso de ser 3 artistas programados el cupo femenino es de 1, si son 5 los artistas programados, el cupo es 2 y “a partir de los diez (10) artistas programados, se entiende que el cupo femenino se cumple cuando éste represente el treinta por ciento (30%) del total de artistas solistas y/o agrupaciones musicales de la grilla”.
Dentro de sus alcances, establece: “El cupo femenino se encuentra cumplido cuando se componga por artistas solistas y/o agrupación musical compuesta por integrantes femeninas y/o agrupaciones musicales nacionales mixtas entendiéndose por estas a aquellas donde la presencia femenina implique un mínimo del treinta por ciento (30%) sobre el total de sus integrantes.” Este último porcentaje puede determinarse de la misma manera que el anterior.
Algo para comenzar a achicar esa brecha de desigualdad. Lo importante es visibilizar a estas mujeres, que no solamente son músicas, sino que también son asistentas, sonidistas, escenógrafas, etc. y trabajan a la par de muchos músicos.

Extraído del sitio "SomosRuidosa.com"
(Auska Ovando - Natalia Suazo - Martina Piña - Francisca Alcalde - Tomás Dintrans)

  • Y por si quedo alguna duda con respecto a los primeros párrafos, o para reforzar esa idea del desconocimiento que se tiene sobre estas artistas, recomiendo MUCHÍSIMO el reciente Podcast a cargo de Barbi Recanati, llamado “Mostras del Rock”, que se puede escuchar en Spotify. 7 capítulos de aproximadamente 20 minutos cada uno, que recorren la historia del Rock a través de las mujeres. Arrancando desde las primeras décadas de siglo XX, hasta llegar a la década de los 90. Desde “Mammie” Smith, Roseta Tharpe o Memphis Minnie, a PJ Harvey y Björk, pasando por Aretha Franklin o Carole King. Relata la historia de estas mujeres de la música, a veces dejadas de lado por la industria, solo por su condición de ser mujer. Agregando datos más que interesantes sobre cada una. Canciones, riffs, letras, historias de vida, autogestión, discriminación y su aporte al Rock.



Por suerte todo el tiempo aparecen bandas de chicas nuevas y artistas mujeres nuevas. Con ganas de hacer algo distinto. De sacarle óxido al rock envejecido de grandes masas. para destaparnos los oídos. Para traer a la memoria, a aquellas músicas que empezaron el camino hace unos años. Que se plantan arriba de un escenario. Que hacen canciones. Que tocan. Que cantan. Pero más que nada, que hacen música.

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